jueves, 18 de noviembre de 2010

El candado antialcohol

Atención señoras y señores porque a partir de mayo entra en vigor el candado antialcohol en Tuliland. Aquellos conductores que sean pillados con una tasa de alcohol de 1,3 deberán instalar un candado antialcohol en su coche. ¿Qué es un candado antialcohol y cómo funciona? Muy fácil. El aparato que detecta la cantidad de alcohol en aire aspirado (ese por donde hay que soplar) va conectado al contacto del coche. Antes de poner el coche en marcha hay que soplar, si el aparato detecta alcohol entonces el coche no arrancará. Además el conductor tendrá que soplar unas cuantas veces en su recorrido (por eso de si se para en un bar a tomarse unos chupitos dejando el coche en marcha o si le da por llevarse la botella de JB en el coche). Este revolucionario sistema cuesta nada más y nada menos que 2000 euros, cantidad que deberán abonar los propios conductores que hayan sido pillados en plena melopea. No sé lo que pensaréis vosotros pero para mí que estos holandeses se han superado a sí mismos. Es simplemente genial. Os dejo el video del antiguo ministro de tráfico probando el invento y lo feliz que se pone al poder arrancar el coche... (con que veáis los 20 primeros segundos es suficiente, lo digo para evitar el dolor de cabeza de tanta jota junta ;)

Feliz cumple Kiko

Que tengas un día fantástico!! 25 millones de besos :)

sábado, 13 de noviembre de 2010

Atún

El otro día fuimos a Enkhuizen a ver cómo marchaban las obras. Mi cuñado tulipán se apuntó a la excursión y se vino con nosotros. Como el viaje en tren desde Amsterdam dura casi una hora, el tuli me dijo que podíamos comer de bocatas en el tren, así que me puse a hacer bocadillos para los tres. Los hice de atún con tomate, huevo, aceitunas y lechuga. Atún traido de España, en latita, esa de toda la vida, que aquí en el super te venden unas latazas familiares que ni los Von Trapp se las terminan. La cuestión es que ya en el tren, y con hambre canina,  me dispongo al reparto de los víveres. El tuli se relame porque le encantan los bocadillos de atún que hago. De repente mi cuñado me mira muy serio y me dice: "has hecho los bocadillos de atún". Yo me quedo mirándolo y pensando: "Muy bien, punto para el tulipán". A continuación me suelta: "No deberías comprar atún, el atún esta en vías de extinción" (pequeño inciso: mi cuñado es biólogo). Mi cara, un poema. "Estooo..."-digo yo- "pues no lo sabía". El tuli entra en acción: "Sí, sí lo sabías, yo ya te lo he dicho alguna vez". Es en esos momentos cuando pienso que el tuli estaría mejor con la boquita cerrada. A veces la sinceridad tulipana me mata. De repente me vino a la mente el anuncio ese de "peZqueñines no gracias, debes dejarlos crecer...) y hasta empecé a sentirme un poco culpable. "Pues nada"- digo- "ya lo siento, ya..." Pero ellos no lo debieron sentir tanto porque se zamparon los bocadillos en menos que canta un gallo y encima preguntaron si había hecho más...

martes, 9 de noviembre de 2010

Sinter-zombie

Se acerca la época de Sinterklaas, el obispo bonachón que reparte regalitos el 5 de diciembre. En breve llegará en barco (desde el Manzanares) rodeado de sus "Zwarte Piet"a algún pueblo tulipano. Pero cuidado, este año, San Nicolás amenaza con sembrar el terror en toda la estepa tulipana, porque al director de cine Dick Maas se le ha ocurrido la idea de hacer una película de miedo con el obispo como prota. Éste además aparece con una parte de su cara destrozada, semiescondida (gracias Dick) en la penumbra de la noche.
Imaginaos, es como si a Amenabar se le ocurriera hacer una peli de terror con los tres Reyes Magos como protagonistas y que éstos fueran zombies o vampiros y se dedicaran a aterrorizar a todo quisqui... (no, impensable, esto sólo se le puede ocurrir a un holandés)
La película, obviamente, no es para menores pero el problema son los carteles publicitarios que están por todas partes. Los padres han montado en cólera porque, claro, los niños lo ven y éstos, como Dinio, se confunden...así que se han quejado a la comisión de reclamos publicitarios. Lo mejor es lo que ha respondido el director de la peli después de escuchar las críticas de estos padres. Cito literalmente: " Me parece un disparate que la gente piense que es un problema explicar el cartel de San Nicolás a los niños. Si ustedes (refiriéndose a los padres) les han tomado el pelo a sus hijos hasta los 7 años diciédoles que San Nicolás existe, también pueden tener la inventiva suficiente como para contarles que el del poster no es real, no sé, cuéntenles la milonga de que el del cartel es el hermano del santo por ejemplo..."
Yo es que me parto... os dejo con el artículo de El País y el trailer de la peli.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Peligro al manillar

No hay cosa que más me irrite que los que se creen que saben ir en bicicleta. Me refiero a aquellos que van de fitipaldis pero lo único que hacen es tocar las narices y provocar el caos urbano. No es que yo me las de de gran conductora, de hecho la he cagado un montón de veces pero al menos intento respetar las normas básicas... El otro día estaba yo pedaleando cuando de repente veo a dos patéticos seres yendo por la acera en vez de por el carril bici y dando timbrazos para que los peatones se aparten. Por supuesto eran guiris, a un holandés no se le ocurre ir por la acera y menos dando timbracitos que te perforan el tímpano. A mí es que me hierve la sangre con estas cosas. Enseguida reconoces las bicicletas de alquiler y lo que es mejor...adivinas la nacionalidad del sujeto por su manera de ir en bici. Los italianos, por ejemplo, están más preocupados de  llevar bien puestas sus gafas de sol que del tráfico. El tuli y yo nos hemos especializado en la conducta ciclista del sujeto español. "Claro", diréis, "sabéis que son españoles porque los oís hablar". Bueno, y aunque les pusieran un esparadrapo en la boca lo sabríamos: esos sillines de la bici bajados a conciencia casi a ras del suelo, esos manillarazos haciendo eses, esa manera de ocupar por completo el carril bici, esas caras de susto cuando pasa una bici por su lado. Si a todo esto después le sumas que algunos silban la melodía de "Verano Azul" pues blanco y en botella.
Otra de las cosas más molestas son los que circulan por el carril contrario. Reconozco haberlo hecho alguna vez (yo también sé ser molesta ;) pero siempre me aparto lo suficiente para dejar espacio al que sí circula por el carril que toca. Mucha gente no lo hace, se pone bien en medio y ya te apartarás tú. Yo antes no me atrevía pero ahora ni me inmuto y encima le pego un timbrazo al de turno, que lo dejo sordo. Otra cosa a la que ya me he acostumbrado es al peatón suicida, el extranjero o no, que no se da cuenta que lo que está pisando es un carril bici. A veces me dan mucha pena porque me acuerdo de que cuando yo llegué aquí, hacía lo mismo. Pero al tuli no le da ninguna pena... tendríais que verlo, remugando y  asustando a peatones, único en su especie...
Reconozco que para un extranjero es una misión suicida atreverse con la bici en pleno centro. De cualquiera de las ciudades, Amsterdam es sin duda la más agresiva al manillar.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Cocinillas

La semana pasada en casa de mi hermana fui testigo de como mi cuñado preparaba unas lentejas mientras nos hacía la cena, y no es un hecho aislado... Romeo cocina habitualmente (por extraño y milagroso que parezca ;). Ayer fui a ver a mis suegros y mi suegra descansaba plácidamente en el sofá mientras mi suegro le preparaba la cena... En esos momentos una pregunta existencial se me cruzó por la mente: "¿y yo qué? (para algo soy conocida en el ámbito familiar como "nuriayyoqué") "¿Por qué el tuli no me hace NUNCA la cena? Bueno, miento... un par de veces me ha hecho su plato estrella: pannekoeken, pero eso no cuenta. Así que ni corta ni perezosa le dije al tuli esa noche: "quiero que cocines de vez en cuando, que yo estoy siempre haciendo la comida , a ver si me sorprendes alguna vez con tus artes culinarias..." El tuli me dijo que sí, que yo tenía razón y que esa noche haría él la cena. Así que me fui a dar una clase por la tarde feliz con la idea de no tener que ir al super depués de clase, ni pensar en el menú de esa noche... Al volver a casa el tuli ya tenía la mesa puesta y lucía una sonrisa en su cara. "Voilá" - y va y me saca una pizza del Albert Heijn (= Mercadona)...