viernes, 20 de diciembre de 2013

Marc


Toc, toc... os presento al nuevo miembro de nuestra familia, nuestro hijo Marc. Como veis estos últimos meses he estado un poco ocupada, dividiendo mis quehaceres de madre y esposa amorosa (…) y lidiando con el barrigón de Marc, porque os lo puedo jurar y perjurar, era algo así como llevar un ballenato en mi interior. Globo estático también vale. Y no es para menos, porque este morenazo de ojos grises vino al mundo con unas medidas de infarto: 58 cm de largo y 4,900 gramos. Sí, lo habéis leído bien, casi 5 kilos señores y señoras. Y es que ya me lo olía yo… si desde el principio del embarazo ya se me veía la barriga a 20 km de distancia, vamos, meeting point. …y claro, con ello los comentarios jocosos de los lugareños: ¿tú estás segura de que solo es uno?, ¿todavía no has parido? (estando de 6 meses, gracias), ¿ya te quedaran unas semanitas, no? (estando de 7 meses). Bueno, salí de cuentas el 12 de octubre y este petardo decidió venir al mundo dos semanas después. De hecho, si por él hubiera sido, se habría quedado un poco más porque finalmente tuvieron que inducirme el parto… y qué parto!

A las 7:00 am de un viernes entraba en el hospital. A mi todo el mundo me había dicho que con el segundo hijo todo era más rápido y más fácil… (esperad, que me troncho) ya claro, no contábamos con que nos venía un Gasol… yo tranquilita pensando que yo que sé, como mucho a las 14:00 estaría dando la luz (como dice el tuli) y a las 18:00 en mi casa, porque en este país a las tres horas de haber parido te mandan a tu casa. Craso error. A las 18:00 creo que estaba pidiendo a gritos una cesárea. Me quitaron mi preciada epidural con el rollito de “así sentirás mejor las contracciones”, y sí, sí que las sentí. Además, por si no tuviera poco, empecé a vomitar, osea, un cuadro Picasso…la verdad es que daba pena… y empecé a desvariar diciendo que quería hablar con el jefe… Al rato, es un decir, 21:00 llego la ginecóloga (primera vez que la veía en todo el día) y me dijo que si en 10 minutos no nacía el bebé, me harían la cesárea. “Pues me la pueden hacer ya” -pensé yo- “porque este no sale ni de coña”. A las 21:30 me bajaron a quirófano, yo cagándome en la estirpe del sistema jolandio (por cagarme en algo) y casi pidiendo ya morfina por caridad…jurando y perjurando no volver a engendrar (me ha salido un pareado). Cuando el anestesista me dio el chute epidural me dieron ganas de darle un beso en los morros, de hecho creo recordar que le dije algo patético, como que era mi mejor amigo, o algo así… y a las 22:04 nació Marc. Y tan contentos todos, sobretodo yo.

Lo que no sabía yo era lo coñazo que iba a ser la recuperación. No entiendo muy bien por que algunas mujeres prefieren cesárea en vez de parto natural… han pasado ya casi dos meses y aun me molesta la cicatriz, además, parte de mi barriga se ha quedado adormecida y como no pierda pronto los 4 o 5 kilos que me sobran se me va a quedar la barriga como la boca de Carmen de Mairena… una monada.
Pero en fin, lo importante es que Marc ya está aquí, y yo de vuelta al blog, espero… si me dejan mis retoños ;)

PD: Caracola, Juanra...lo voy a intentar, de verdad!! 

jueves, 21 de marzo de 2013

Marzo



21 de marzo. Ya es oficial. Acaba de empezar la primavera. La pregunta es: ¿DONDE? ¿En qué remoto lugar? Ah….no, que soy yo la que está en un remoto lugar donde el sol brilla por su ausencia… y las predicciones no dejan de ser halagüeñas. Este fin de semana a -3 graditos, si señor, porque yo lo valgo. Todo el mundo está harto, incluso los autóctonos. Las conversaciones últimamente empiezan de la siguiente manera:

-          Hola, ¿qué tal?
-          Bien (por decir algo) e inmediatamente se añade: “Bueno, hasta los huevos del invierno…”
No me extraña que se nos ponga a todos cara de constreñidos…

En fin, hecha ya mi contribución al clima de mierda que asola estas tierras, pasaremos a otros temas más amenos… Las peuterspeelzalen ... ¿mandé?

Os voy a explicar un poco este raro sistema jolandio… Vamos a ver si no me pierdo.
Los niños en Holanda pueden ir a la guardería desde que tienen 4 meses. Algunas guarderías te ofrecen dos grupos: horizontal y vertical. El horizontal consiste en que el grupo consta de niños de la misma edad. El vertical consta de niños de todas las edades mezclados entre sí, de 4 meses a  4 años. Y a los 4 años empiezan la escuela primaria. Sara va a un grupo vertical, no porque lo decidiéramos nosotros sino porque sólo había sitio en ese. De todas formas yo encantada, cuanto más heterogéneo es el grupo, mas estímulos hay y Sara aprende muchísimo. 

Hasta aquí, bien (bueno, todo sería fantástico si el precio fuera asequible y no mataran de hambre a nuestros retoños… pero en fin, no todo es perfecto) 

Ahora viene el siguiente paso. Las peuterspeelzalen. Qué narices es eso y por qué tiene un nombre tan sospechosamente largo… Bueno, cuando tu hijo cumple 2 años obtiene el derecho para ir a una “sala para jugar”. Mi pregunta es qué coño hacen en la guardería entonces…. ¿meditar? Ellos dicen que la diferencia entre la guardería y la sala para jugar es que en la guardería solo los cuidan y en la sala para jugar aprenden cosas nuevas y creativas y, bueno, dato importante… que las salas para jugar son bastante más económicas, pagas unos 50 euros por mes.

Bien, la cosa es que tu hijo/a sólamente  puede ir a una sala para jugar MÁXIMO 2 veces por semana y un MÁXIMO de 3 horas, es decir, por poner un ejemplo,  martes y jueves de 8:30 a 11:30. Y después, búscate la vida. Lo puedes combinar con la guardería pero eso significa que lo tienes que llevar a dos sitios diferentes… no sé, para mí un coñazo. 

Esta es la teoría. Ahora la práctica.
En la guardería de Sara hacen de todo, no solo les cuidan, sino que aprenden a colorear, a hacer puzles, cantan canciones, hacen manualidades… una monada.
A día de hoy hemos visitado 1 sala de jugar (en mi pueblo hay 3, gracias). 

Sala de jugar -Filosofía Montessori. Muy alternativa, muy especial (según ellos) y muy educativa (según ellos también) Nada más llegar no hay nadie recibiéndonos, buscamos a alguien que nos pueda ayudar pero… pelotilla del oeste. Nos dejamos guiar por los angelicales murmullos infantiles y tocamos a la puerta de una clase. Nos abre un maromo con el pelo todo revuelto. De repente me doy cuenta de que no es un maromo sino una señora - machola, con pinta de haberse acabado de levantar (son las 11 de la mañana) Nos mira de arriba a abajo y casi le falta cerrarnos la puerta en las narices… empezamos bien. Nos presentamos y viene otra profesora. La “pelos” se escaquea de una forma espectacular. La nueva profesora nos da la bienvenida y nos dice que pasemos para ver la clase y allí nos deja, en medio, como dos pasmarotes mientras ella se va a jugar con un par de niños. 

-          A ver, ¿esto es normal aquí? – le digo al tuli en español (bendito idioma), ¿y ahora qué hacemos?
-          Yo que sé -  me contesta. Vamos a mirar por ahí…
-          ¿Por dónde? Si esto tiene 4 paredes y 30 metros cuadrados…

Así que como dos pringados nos quedamos de pie esperando a que la señora termine de jugar con el niño…
Al cabo de 5 minutos (interminables) la señora se levanta dando por hecho que nuestros ojos han visualizado completamente el funcionamiento del centro y que entendemos de qué va la cosa…

-          ¿Tenéis alguna pregunta? – dice ella, toda graciosa.
-          No sé… digo yo. ¿Nos va a explicar usted un poco la normativa del centro, lo que hacen, etc…? – respondo yo algo jocosilla…
-          Para eso tienen este cuadernillo…

Acabáramos. Aquí en Holanda lo de explicar algo está pasado de moda. Aquí tienen folletos para todo, porque para qué gastar saliva…si uno lo puede leer solito.
La “pelos” reaparece en el escenario dando pasos de cowboy…mamá miedo. 

-          Miren- dice la señora. Nuestra filosofía es la de que cada niño hace lo que quiere en cada momento, aprende a jugar solo de acuerdo a sus necesidades y gustos…blablablá….

Ahora sí nos explica un poco lo que hacen cada día, que si toman una pieza de fruta y una cracker (vamos lo normal… que luego el niño haga el resopón en casa), que si hace buen tiempo salen al parque, que a veces hacen actividades conjuntas (menos mal), etc…
Bueno, a los 20 minutos nos vamos (o mejor dicho, nos echan). Yo flipando, la verdad… vamos, que está claro que a esta supermegaescuelasuperespecial  mi hija no va a ir.
La próxima semana tenemos cita en la Sala de Jugar numero 2… ya os contaré…

domingo, 20 de enero de 2013

Enero



En primer lugar muchas gracias a los que todavía estáis por estos lares leyendo mis historias :)
Se puede decir que aquí en la planicie hemos vuelto a la normalidad, esto es, a la Siberia profunda. Adiós jerséis y chaquetas, bienvenidos polares, pasamontañas, y botas esteparias. El invierno ha llegado. Esto se traduce en moquillos estalactíticos, pelotillas del oeste, caras constreñidas y amodorramiento general. Normalmente siempre me hacen la misma pregunta pero es gracioso que en invierno ésta se repita mucho más: “¿Y tú por qué decías que habías venido a vivir a Holanda?” Lo del “he venido por amor” en los meses de enero y febrero es, por decir algo, una gilipollez.

Una de las cosas que más me cuesta en estos meses es la de asentar mis posaderas en el gélido sillín de la bici y hacer el caminito a la estación de tren con el viento en tu cara. Sensación térmica -15 grados… Luego llegas a la estación y te enteras de que tu tren no sale porque han adaptado los servicios… Con lo cual, dudas (sin dejar de “cagarte” en la RENFE tulipana)… ¿espero media hora en el congelado andén o me hago el ida y vuelta a casa?  Al final una opta por quedarse en plan figura de porcelana por si llega el tren un poco antes y nos enchufan la calefacción.

Una vez puestos en situación o modo enero, hay una cosa de la que ya os he hablado pero en la que tengo que profundizar porque no deja de sorprenderme. Es el sempiterno tema de la comida. Sí, bueno, ya sabemos que aquí estos jolandios sobreviven con un sándwich de queso a las 12:00 y tiran pa’lante con 4 crakers y un puñado de nueces hasta la hora de la cena. A mí esto aún me cuesta. A ver, una cosa es comer un día de bocata pero día sí y día también … sano, no sé. Ellos dicen que sí, claro. El día que hago bocatas los hago pues como los harías cualquiera de vosotros. Aquí mis bocadillos son calificados “de lujo”, simplemente porque compro pan de barra, le meto unas rodajitas de tomate al queso o un poco de pimiento troceadito al atún, o que se yo… aquí el bocadillo, por llamarlo de alguna manera, es lo siguiente: 

Opción 1: rebanada de pan de molde, loncha de queso, rebanada de pan de molde.
Opción 2: rebanada de pan de molde untada de mantequilla de cacahuete, rebanada de pan de molde.
Opción 3: rebanada de pan de molde, mantequilla y virutas de chocolate, rebanada de pan de molde
Opción 5: (la favorita del tuli): rebanada de pan de molde, un poco de mantequilla y atención, galletas de jengibre, rebanada de pan de molde.

Si vamos a ver a mis suegros y coincide que es al mediodía “muérete de hambre” porque te sacan un pedazo de tarta y hala, a correr. El 1 de enero vinieron a felicitarnos el año y nos trajeron para comer unos oliebollen (especie de buñuelos), vamos, lo que me tomaría yo para merendar con un café con leche.

Bueno, cuando esto afecta a un hijo tuyo, te toca ya un poco la moral. Digo afecta… pero ella más contenta que unas pascuas, si ya lo digo yo, es una de ellos. Claro, qué pasa… Sara sigue las costumbres españolas cuando se puede y cuando no, nos adaptamos a las tulipanas. Que no le toca guardería, pues comemos en casa al mediodía como de toda la vida, con primer plato, segundo y postre. Que le toca guardería, pues a comer trozo de pan con queso y 2 galletas TUC. Claro, luego la voy a buscar y me dicen que es que Sara come un MONTON porque en vez de un pan se ha comido tres (angelito…) y llegamos a casa y devora la comida como si no hubiera comido en tres días… me dan ganas de meterle en la bolsa un taper con lentejas la próxima vez que vaya a la guarde… Que eso es otra, lo de las lentejas aquí es muy del sur. De hecho en el super del pueblo no hay, solo las tienen de estas ya hechas en un bote. Y como preguntes por alcachofas ya te miran con cara de… “señora, de esas cosas raras no vendemos aquí, eh?”

En fin, que yo era por quejarme un poco porque con este frío no tengo nada mejor que hacer…

domingo, 6 de enero de 2013

Feliz año nuevo

Feliz año a todos, bueno, si es que queda alguien por ahí desde que abandoné el blog...Mamen,esto lo hago por tí, porque te lo he prometido y porque es noche de Reyes, a ver si retomando el blog ocurre algo mágico... no sé,a ver, dejame pensar...como que el chorizo que me ha robado la bici haga un acto de contricción y la deje donde estaba... Si es que empezamos bien el año. El 31 de vuelta a casa, vuelo Palma-Madrid. Nos toca sentarnos detrás de un niño que viaja solo. Y claro, mi hija Sara, niño que ve, niño al que le hace carantoñas. Y el niño venga a darnos palique, pero palique modo-tostón... no podía ser otra...De hecho el tuli y Sara se quedaron sospechosamente fritos y a mí me tocó lidiar con la criaturita.
Comandante: Sres.pasajeros, debido a la niebla persistente en el aeropuerto de Madrid vamos a estar dando vueltas hasta que sea posible aterrizar.
Niño viajando Solo: "¿Cuándo llegamos?
Yo: dentro de un ratito, es que hay niebla y no podemos aterrizar
NVS: ¿Qué es niebla?
Yo:  ¿Ves esas nubes de allá abajo? Pues eso es niebla
NVS: Aaahhhh, ¿y nos podemos sentar encima?
yo: (bufffff) ahora enseguida llegamos
NVS: ¿Cuánto falta?
yo: un ratito
NVS: ¿pero cuánto,del uno al diez?
yo: Mejor cuenta del uno al cien (a ver si me da tiempo a echarme una cabezadita)
NVS: es que sólo se contar hasta 30
yo: (y qué narices te enseñan en el cole, que tienes seis años...por Dios) venga que yo te ayudo, uno, dos,tres...
NVS:¿tú también vas a Madrid?
yo: no,yo voy a Amsterdam
NVS:¿ande?
yo: A Holanda
(atención a lo que viene)
NVS:¿dónde el monstruo?
yo: ¿eins??? ¿qué mostruo ,el del lago?Ese está en Escocia
NVS: No,el jorobado
yo: No, ese es el de Notredame
NVS:sí, tiene un ojo pocho
...
En fin, bendito viaje. Lo mejor fue llegar a Amsterdam y quedarnos con cara pasta boniato cuando el carrito de Sara no salió por la cinta. Le digo al tuli que nos lo vamos a pasar bomba de regreso al pueblo pero él,raudo y veloz, se las ingenia para que KLM nos preste un carrito hasta que encuentren el nuestro... tengo que reconocer que el servicio de KLM fue fantástico.

Llegamos a casa a las 19:00. Creo que a las 21:30 ya estábamos en la cama, sí, lo sé, en un 31 de diciembre, patético. A las 00:00 se acabó el dormir porque si pasas en Holanda la nochevieja, hazte con unos buenos tapones porque hasta en el pueblo más remoto te montan unas fallas que ni en Valencia...
Y el 1 de enero me chorizan la bici. Pero visto lo visto hay quien lo tiene peor y se le cae el techo encima, verdad Mamen? Nada hija,que las Rodriguez empezamos bien el año... en fin, por lo menos hemos sobrevivido a la maldición Maya. Feliz año a todos y felices Reyes.