domingo, 22 de noviembre de 2009

Lise

El 16 de noviembre nació mi tercera sobrina tulipana, Lise. Justo ese día. No dejo de pensar en Mery, una vida que se marcha y otra que acaba de llegar...
Ayer sábado decidimos ir a Harderwijk a conocer a Lise. Salimos de casa con un sol radiante y ahí en la calle estaba mi amiga la garza. La garza que guarda nuestra calle, que no se asusta de nadie y que se pasea como si fuera el sereno. No pertenece a nadie pero cada mañana se coloca delante del hotelito que está a 30 metros de la puerta de nuestra casa y ahí se queda hasta el mediodía. Después desaparece y no vuelve hasta el día siguiente. No me canso de mirarla.
Después de una odisea de viaje (resulta que están haciendo obras en las vías del tren) llegamos a casa de mis cuñados. Pero nos encontramos la casa cerrada a cal y canto. Ni un alma... Le digo al tuli que no creo que se hayan ido a pasear. Digo yo que después de haber parido no creo que una esté para paseítos. Como nadie nos responde al timbre ni al teléfono, decidimos llamar a mis suegros, que de vez en cuando ejercen de Paco Lobatón. Mi suegra nos dice que es que están haciendo la siesta, que de 12:00 a 15:00 todos los días tienen que dormir, lógicamente, recalca. Sí, a mi se me queda la misma cara de pasta de boniato que a vosotros. En primer lugar, la siesta es nuestra y en segundo lugar, no dura tres horas...y en tercer lugar, ya que me pongo, lo de lógicamente no lo entiendo yo muy bien. Digo yo que dependerá de lo que el bebé le deje dormir a la madre, doy por hecho que durante los primeros meses un bebé no sigue una rutina. Siempre he pensado que las mamás duermen cuando el cuerpo se lo pide y no de 12 a 15:00 necesariamente. Pero a lo mejor me equivoco. Mujeres embarazadas o madres, manifestaos y sacadme de esta duda existencial. La cuestión es que tuvimos que esperar media hora(menos mal que se nos ocurrió llegar a las 14:30) para ver a Lise. La espera mereció la pena. Qué guapa, no creeis? Y además con mucho pelo, a lo español, olé. Me hacen mucha gracia las costumbres holandesas. Primero, el nombre del bebé no se puede saber hasta el día en que nace. En eso ellos flipan con nosotros. Segundo, lo de adornar la casa es todo un arte,banderitas por toda la casa, globos, a veces hasta he visto una cigueña, empotrada en algún cristal de la casa. Es genial. También nos sirven beschuit con bolitas de anís, de color azul o rosa dependiendo del sexo del recien nacido.
Me hizo muy feliz conocer a Lise. Aunque ahora tengo un vacío un tanto difícil de llenar, por lo menos me quitó un poquito la tristeza.

martes, 17 de noviembre de 2009

Buen viaje Mery

Dicen que cuando se muere un amigo se rompe algo dentro de nuestro cuerpo. Hoy a mi se me ha roto el alma. No puedo dejar de recordar todos los momentos pasados con María, desde el colegio hasta hoy, pasando por la adolescencia, la facultad, los viajes, los novietes, las bodas, los hijos, los sueños e ilusiones... María no sólo era mi amiga, era además una persona excepcional, como pocas. Sencilla, generosa y preocupada siempre por los demás, con una sonrisa perpetua en la cara. Divertida, sociable y muy leal. Optimista nata. Era capaz de consolarte cuando se suponía que los demás éramos los que teníamos que consolarla a ella. A luchadora no la ganaba nadie. Nunca vi tanta fortaleza en un cuerpo tan pequeño. Sólo ha podido con ella esa lacra que se llama cáncer. Por eso duele tanto. Porque se ha llevado a un ser maravilloso antes de tiempo.
Cuando se muere un amigo se pierde un fragmento de nuestra vida, un trocito de nuestra historia se va con él. Con María se ha marchado también un pedazo de mí.
Anoche ella inició su viaje, ese que sólo es de ida. Si existe el cielo, María vuela directamente hacia allí.
Gracias Mery por haber compartido gran parte de tu vida conmigo. Eso no se va a ninguna parte, eso se quedará siempre conmigo y a tí te llevaré siempre en mi corazón. D.E.P

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Boda marroquí

El miércoles pasado fuimos a una boda marroquí de un amigo del tuli. Como yo nunca antes había ido a una boda de otra cultura (excepto a la mía, que era medio tulipana pero eso no cuenta) comencé a taladrar al tuli: "¿A quién se le ocurre organizar una boda un miércoles a las 19:00?, ¿qué me tengo que poner? y lo más importante: ¿habrá comida? El tuli, que tampoco había ido hasta ese día a un evento similar sólo me dijo, entusiasmado, una cosa: "seguro que harán el grito bereber" a lo que yo le contesté "Qué va, eso no lo van a hacer". Joé que no, todavía tengo el tímpano descolocado con tanto grito. Con el vestuario está claro que no acerté. Casi todas las invitadas (porque hombres había pocos, que si no también) llevaban caftanes y mucho, mucho, mucho oro (u/o bisutería brillante, no sabría decirlo). Dos cosas me llamaron la atención: la primera fue la cantidad de comida que había por todos lados, sobre todo dulces típicos. La segunda, la impuntualidad. Los holandeses llegamos(sí, yo ya me incluyo como tal) a las 19:00 mientras que los marroquíes llegaron una hora más tarde, y como no se servía vino, pues me harté a zumo de naranja y té moruno super azucarado durante la espera. A las 21:00 nos sentamos a cenar(a todo esto ni rastro de la novia, al novio sí lo vimos). Me encantó que nos pusieran en una mesa con invitados marroquíes ya que así pudimos enterarnos de muchas costumbres. Había una señora mayor que se enamoró del tuli porque sólo le servía zumo de naranja a él y le llamaba señor. Bueno, pues ahí nos enteramos de que la novia iba a cambiarse de vestido tres veces (por si una sola no fuera suficiente) y que hay algunas novias que lo hacen hasta 5 veces... También nos contaron que la noche de la boda, es costumbre que los amigos del novio rapten de manera simbólica a la novia y la lleven a la casa de los suegros... A mi me hacen eso y me da algo, lo que me faltaba, pasar la noche de bodas con mis suegros. A mitad de la cena apareció la novia, muy guapa y ahí fue cuando se desató el caos. El Dj comenzó a poner música moruna a todo volumen, canciones que todos se sabían al dedillo, menos nosotros claro. Las mujeres se pusieron a bailar y a pegar gritos y yo entretanto me divertía haciendo fotos. Cuando se cansaban volvían a la mesa y así una y otra vez (qué energía). La verdad es que estuvo genial. Os dejo un video colgado. Si escucháis bien, oiréis el grito bereber al final.


sábado, 7 de noviembre de 2009

Día M

Ayer fue el día de la mudanza, el día en el que nos liberamos de los Tokkies, que por cierto nos despidieron a o grande, a las 7:00 a.m comenzó a retumbar toda la casa... Esta ha sido una semana de estrés, aunque desde que vivo en Holanda parece que todas lo son. Ni tiempo he tenido de escribir en el blog, entre el trabajo y la mudanza no he dado para más. Pero ayer por fin dormimos en nuestro nuevo hogar, qué remanso de paz. Además mis suegros lo han dejado precioso y disfrutamos de unas vista excepcionales. Me encanta nuestra nueva casa! aunque sea temporal. Más suerte no podíamos haber tenido. Esta mañana nos hemos despertado con un solete insólito, signo inequívoco de que empezamos una nueva etapa llena de cosas buenas (te voy a hacer caso Arthur, tú ya sabes por qué) y nos hemos repartido las labores tal y como imponen los roles, yo desempaquetando y colocando nuestros enseres en su lugar adecuado y el tuli buscando una óptima conexión a internet. Y todo sin ruido. Después nos hemos ido a comer a De Gaeper, nuestro nuevo punto de reunión, a partir de hoy. Barato y céntrico, de estos cafés oscuros auténticos. Además, la dueña, una mujerona grandota y muy amsterdamesa es muy maja y habla español, bueno ese español aprendido en la calle, que unas cosas las entiendes y otras pues te las imaginas. En fin, que ahora toca descubrir nuestro nuevo barrio y lo más importante, disfrutar de él. Eso sí, a partir del próximo finde se reactiva nuestra búsqueda de casa...