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sábado, 7 de noviembre de 2009

Día M

Ayer fue el día de la mudanza, el día en el que nos liberamos de los Tokkies, que por cierto nos despidieron a o grande, a las 7:00 a.m comenzó a retumbar toda la casa... Esta ha sido una semana de estrés, aunque desde que vivo en Holanda parece que todas lo son. Ni tiempo he tenido de escribir en el blog, entre el trabajo y la mudanza no he dado para más. Pero ayer por fin dormimos en nuestro nuevo hogar, qué remanso de paz. Además mis suegros lo han dejado precioso y disfrutamos de unas vista excepcionales. Me encanta nuestra nueva casa! aunque sea temporal. Más suerte no podíamos haber tenido. Esta mañana nos hemos despertado con un solete insólito, signo inequívoco de que empezamos una nueva etapa llena de cosas buenas (te voy a hacer caso Arthur, tú ya sabes por qué) y nos hemos repartido las labores tal y como imponen los roles, yo desempaquetando y colocando nuestros enseres en su lugar adecuado y el tuli buscando una óptima conexión a internet. Y todo sin ruido. Después nos hemos ido a comer a De Gaeper, nuestro nuevo punto de reunión, a partir de hoy. Barato y céntrico, de estos cafés oscuros auténticos. Además, la dueña, una mujerona grandota y muy amsterdamesa es muy maja y habla español, bueno ese español aprendido en la calle, que unas cosas las entiendes y otras pues te las imaginas. En fin, que ahora toca descubrir nuestro nuevo barrio y lo más importante, disfrutar de él. Eso sí, a partir del próximo finde se reactiva nuestra búsqueda de casa...

jueves, 22 de octubre de 2009

La mudanza

Hemos vendido el apartamento! Eso significa varias cosas, la primera y más importante es que por fin vamos a librarnos de los tokkies. Qué felicidad tan inmensa, sobretodo porque se lo hemos vendido a unos americanos que quieren reformarlo para meter a cuatro estudiantes. ¿Os imaginais la de ruido que pueden meter cuatro adolescentes en plena expansión de la vida estudiantil? Esas fiestas, esa música a todo volumen, ese trasiego de amigolos entrando y saliendo... si es que qué razón tienen cuando dicen que la venganza se sirve en plato frío. La única pena es que no voy a poder ser testigo de ello. Da igual, me lo imaginaré.
Lo segundo es que tenemos que ahuecar el ala. Y aún no hemos encontrado granja donde plantar patatas. Menos mal que mis suegros nos van a dejar un apartamento que tienen en el centro y nos podemos quedar ahí el tiempo que haga falta. Pero claro, hay que desalojar y con ello enfrentarse al campamento de Diógenes que hay montado arriba en el ático, donde me da miedo entrar. Se me ponen los pelos como escarpias tan sólo de pensarlo. Aunque mirando el lado positivo de cualquier mudanza, siempre habrá mucho que tirar :).
Oficialmente son 2 meses los que se tienen para tal menester pero nosotros nos tenemos que ir el 21 de noviembre en vez del 1 de diciembre, que era la fecha prevista. Bueno, qué son 10 días más, 10 días menos. La cuestión es que ayer vino el tuli diciéndome que no, que nos tenemos que ir el 12 de noviembre porque nuestro agente inmobiliario es un incompetente y ha pactado esa fecha con los americanos. Un sudor frío se ha apoderado de mí. Recién llegada de Palma me puse ayer a empaquetar nuestras pertenencias, no nos queda ná... Aunque antes de todo eso me pasó un episodio muy particular, que os contaré en la próxima entrada porque ahora me tengo que ir... a hacer cajas.

domingo, 30 de marzo de 2008

La mudanza

Ayer presencié y participé en una mudanza holandesa...El hermano de Job, Dirk y su novia Erika, se han comprado una casa chulísima y nosotros fuimos convocados, junto con más amigos, a "echar una mano" en la mudanza... Lo de echar una mano es decir poco, lo que hicimos ayer fue como hacer tres clases de step seguidas pero sin Eva Nasarre dando por saco (para eso ya teníamos las santas escaleras...) El tuli ya me había dicho que el sábado teníamos (me dí cuenta rápidamente que no tenía alternativa) que ir ayudar a su hermano con la mudanza. Bien, a las 10:30 ya estábamos allí, en la casa antigua que tenía que ser vaciada. Me presentan a las demás almas caritativas que participan en la maratón y comienza la acción...joder, yo nada más ver las escaleras (clica aquí) pensé muchas cosas: "Por qué las casas holandesas no tienen ascensor?" o "Debería haber desayunado el triple, por favor, por favor que vivan en la primera planta!!"... Vivían en la segunda (podía haber sido peor, podían haber vivido en la cuarta). Empieza el step, arriba, abajo, arriba, abajo, uno, dos...por supuesto cargada como una mula con todo tipo de embalajes...Dos cosas me quedaron claras... Por si todavíá me quedaba alguna duda, pude comprobar (nuevamente) que:
1) los holandeses no limpian o al menos no creen que el polvo tenga que ser objeto de limpieza (el que sea alérgico lo lleva claro) y...
2) Lo del síndrome de Diógenes se perfila claramente en esta cultura...cuanto más guardas, mejor. A lo mejor una rueda pinchada y oxidada de bicicleta o un colchon raído y con agujeros le pueden servir a tu hijo en un futuro...
En fín, que después de dos horas tonificando y modelando mis piernas y brazos, observo con júbilo y jolgorio que la casa está prácticamente vacía, "que guay, por fín", pienso..."tampoco ha sido para tanto" y con la alegría de haber hecho un buen trabajo y desprendiendo generosidad por todos mis poros...me dispongo a decir: "Bueno, pues nada...buff, ya estamos listos"... El hermano de Job me mira como diciendo :"Pobre pardilla..." y suelta: "Bueno chicos y ahora...al ático!!!" y yo: "A dónde dice este?? Está de guasa, claro..." Pues no...no estaba de guasa, subo al ático (es decir a la cuarta planta) y veo ESTO
Entonces es cuando pienso que Job es un santo varón, ordenado y limpio y que su hermano tiene un problema...y grave. La gente que también ha venido a ayudar piensa lo mismo (estoy segura) y nos limitamos a asentir porque nos flaquean las fuerzas sólo de pensar en subir y bajar 4 plantas vaciando el cuarto de Diógenes 2...Una hora más, yo acordándome de toda la estirpe del tuli...
La cosa no acaba aquí...no, ahora viene lo mejor...Ya vaciado todo me da miedo hasta de preguntar... cuando veo a uno, con herramientas en la mano que se dispone a arrancar el parquet... "Pero qué haces alma de Dios?" me dan ganas de decir (pero no se cómo se dice alma de dios en holandés)...Me acerco a Job y le digo: "Oye, qué hace ese con el destornillador en la mano?" Y me cuenta que en Holanda hay un sistema de alquiler de pisos por el cual tienes que dejarlo tal y como te lo dieron...que pusiste parquet, pues te lo llevas...Yo flipando...hala, a quitar el parquet. Lo fuerte es que el hermano aún se lo queríá llevar por si en el futuro lo puede volver a utilizar...claro.
Hoy casi no me he podido mover de las agujetas que tengo. Parezco Robocop, lo único que he hecho ha sido vegetar, comer y ver la tele...No quiero volver a subir unas escaleras en mi vida!!!