Yo: ¿Chati, vamos hoy a la piscina con los niños?
Tuli: Yo quiero ver mis Olimpicos (Sochi)
Yo: Ah, estupendo… no sabía que eran tuyos…
Buenos días!!
No sé lo que le pasa a este colectivo de atulipanaos pero
en cuanto empieza cualquier tipo de competición de patinaje se encierran todos
en sus casas y no mueven el pandero hasta que la cosa acaba. Recuerdo que por
Navidad se me ocurrió ir al súper en plena retransmisión de alguna competición de
esas en la que los tíos lucen embutidos cual jamones en su súper traje
esquiador (que ríete tú de los
complementos de Barbie) y cuando llegué me encontré el Albert Heijn desierto,
que maravilla chica! Casi podía volar con mi carrito de un pasillo a otro.
Cuando fui a pagar, el cajero me miró con cara de hastío y se lamentó
brevemente, mascullando algo así como “ y yo aquí perdiéndome el patinaje…” Así
que de vuelta a casa en la bici me fui fijando en cada casa, que con eso de que
aquí la cortina no se usa, se entera una de todo… y descubrí que en el 98% de
los hogares la tele estaba puesta en el canal – patinador, el otro 2% debía estar
presenciando la competición “in situ”, digo yo…
La cosa es que cuando un españolito de a pie se jacta de lo
fantásticos que somos en fútbol, tenis, baloncesto… llega el tulipán y dice:
Ya, pero nosotros somos mejor en patinaje…
ya… pues muy bien, ¿y a quién le importa? A ellos, está claro.
Aclaremos una cosa: no se trata de patinaje artístico (entonces
eso sí sería la pera) sino de dar vueltas a una pista para ver quién es más rápido,
más resistente, etc…
Y para que la tarde ya sea redonda se preparan un bocata delicioso
que deja a una servidora en shock…
Yo: Chatiiiiiii, ¿nos vamos ya a dar un paseo?
Tuli: No, no... justo ahora empieza lo bueno
Yo: ¿Y qué era lo de antes, lo regular?
Tuli: más o menos... eran "los otros". Ahora vienen los holandeses.