domingo, 20 de enero de 2013

Enero



En primer lugar muchas gracias a los que todavía estáis por estos lares leyendo mis historias :)
Se puede decir que aquí en la planicie hemos vuelto a la normalidad, esto es, a la Siberia profunda. Adiós jerséis y chaquetas, bienvenidos polares, pasamontañas, y botas esteparias. El invierno ha llegado. Esto se traduce en moquillos estalactíticos, pelotillas del oeste, caras constreñidas y amodorramiento general. Normalmente siempre me hacen la misma pregunta pero es gracioso que en invierno ésta se repita mucho más: “¿Y tú por qué decías que habías venido a vivir a Holanda?” Lo del “he venido por amor” en los meses de enero y febrero es, por decir algo, una gilipollez.

Una de las cosas que más me cuesta en estos meses es la de asentar mis posaderas en el gélido sillín de la bici y hacer el caminito a la estación de tren con el viento en tu cara. Sensación térmica -15 grados… Luego llegas a la estación y te enteras de que tu tren no sale porque han adaptado los servicios… Con lo cual, dudas (sin dejar de “cagarte” en la RENFE tulipana)… ¿espero media hora en el congelado andén o me hago el ida y vuelta a casa?  Al final una opta por quedarse en plan figura de porcelana por si llega el tren un poco antes y nos enchufan la calefacción.

Una vez puestos en situación o modo enero, hay una cosa de la que ya os he hablado pero en la que tengo que profundizar porque no deja de sorprenderme. Es el sempiterno tema de la comida. Sí, bueno, ya sabemos que aquí estos jolandios sobreviven con un sándwich de queso a las 12:00 y tiran pa’lante con 4 crakers y un puñado de nueces hasta la hora de la cena. A mí esto aún me cuesta. A ver, una cosa es comer un día de bocata pero día sí y día también … sano, no sé. Ellos dicen que sí, claro. El día que hago bocatas los hago pues como los harías cualquiera de vosotros. Aquí mis bocadillos son calificados “de lujo”, simplemente porque compro pan de barra, le meto unas rodajitas de tomate al queso o un poco de pimiento troceadito al atún, o que se yo… aquí el bocadillo, por llamarlo de alguna manera, es lo siguiente: 

Opción 1: rebanada de pan de molde, loncha de queso, rebanada de pan de molde.
Opción 2: rebanada de pan de molde untada de mantequilla de cacahuete, rebanada de pan de molde.
Opción 3: rebanada de pan de molde, mantequilla y virutas de chocolate, rebanada de pan de molde
Opción 5: (la favorita del tuli): rebanada de pan de molde, un poco de mantequilla y atención, galletas de jengibre, rebanada de pan de molde.

Si vamos a ver a mis suegros y coincide que es al mediodía “muérete de hambre” porque te sacan un pedazo de tarta y hala, a correr. El 1 de enero vinieron a felicitarnos el año y nos trajeron para comer unos oliebollen (especie de buñuelos), vamos, lo que me tomaría yo para merendar con un café con leche.

Bueno, cuando esto afecta a un hijo tuyo, te toca ya un poco la moral. Digo afecta… pero ella más contenta que unas pascuas, si ya lo digo yo, es una de ellos. Claro, qué pasa… Sara sigue las costumbres españolas cuando se puede y cuando no, nos adaptamos a las tulipanas. Que no le toca guardería, pues comemos en casa al mediodía como de toda la vida, con primer plato, segundo y postre. Que le toca guardería, pues a comer trozo de pan con queso y 2 galletas TUC. Claro, luego la voy a buscar y me dicen que es que Sara come un MONTON porque en vez de un pan se ha comido tres (angelito…) y llegamos a casa y devora la comida como si no hubiera comido en tres días… me dan ganas de meterle en la bolsa un taper con lentejas la próxima vez que vaya a la guarde… Que eso es otra, lo de las lentejas aquí es muy del sur. De hecho en el super del pueblo no hay, solo las tienen de estas ya hechas en un bote. Y como preguntes por alcachofas ya te miran con cara de… “señora, de esas cosas raras no vendemos aquí, eh?”

En fin, que yo era por quejarme un poco porque con este frío no tengo nada mejor que hacer…

9 comentarios:

Pelocha dijo...

Eso le pasaba a la niña de una amiga, que cuando iba camino a casa de la guarde lloraba del hambre que tenía. Un día le metió el tupper con comida de verdad y se la devolvieron. A la semana la sacó de la guarde y la metió con una de estas mujeres (registradas) que cuidan niños. Con esa sin problemas

Mamen dijo...

Están locos estos jolandios!

http://www.cuantarazon.com/786676/tres-comidas

Digan lo que digan...


cassis dijo...

Me encanta leer cosa de jolandia, sigue asi.
(Quiero decir escribiendo jajaaj.)

JuanRa Diablo dijo...

"si ya lo digo yo, es una de ellos"
(Lo que me he reído con esto :D)

Es curioso y además ilógico que no sean por allí más comedores, con lo necesario que es aprovisionar al cuerpo de calorías en los lugares donde el invierno es especialmente duro.
Sin ir más lejos solo hay que ver cómo comen en el norte de España. ¡No hay color!

Será verdad que los cuerpos se acostumbran a todo, pero Nuria... ¡¡me quedo con tus costumbres!! ¡¡Yo quiero masticar contundencias caloríficas!! xDD

Un abrazo cálido cálido

Anónimo dijo...

pues aquí todos gorditos¡

xchaos

Rocking_Laia dijo...

Donde estén unas buenas lentejas....

Sonia - La Zapatilla dijo...

Buenísimo! La verdad que el frío está que no se aguanta últimamente y cuando ya pensaba que Febrero... bueno, poco a poco, mejoraría resulta que nos volvemos a levantar con nieve! Ya van mis amigos preguntándome si me fui a vivir a Holanda o a Sibéria! Y lo de la comida, genial... no lo habría descrito mejor! :)

Un saludo,
Sonia

Anónimo dijo...

Ya había yo notado que la "hora de la comida" (sea cual sea) no se notaba en la actividad comercial.

francisco manuel (Sevilla)

Anónimo dijo...

Guapa!!!!!!!!!

Cómo te he echado de menos!! Aunque sea una vez al mes, sigue informándonos por favor. Gracias Mamen por hacer que volviera a escribir.

Queremos fotos de tu preciosa niña! Así que "una de ellos"... ánimo! Sabes que en parte fue por eso que nos volvimos? Para que Alba no fuera una de ellos... Mantente firme y dale sus lentejas, te lo agradecerá.

Un beso gigante. Nos vemos en un mes!!!

Marta