lunes, 28 de marzo de 2011

El carnicero de la bici

El viernes pasado vino a verme mi amiga Bea al pueblo. Resulta que por décimoquinta vez (por lo menos) le han mangado la bicicleta. Ella dice que se la ha llevado la AFAC (Algemene Fiets Afhandel Centrale o en cristiano Central General de Regulación de Bicicletas). La AFAC es la que se encarga de llevarse las bicis que llevan siglos aparacadas en el mismo sitio, bicis que ellos dan por supuesto que están abandonadas. Primero te ponen una pegatina naranja en la bici que quiere decir que en unas tres o cuatro semanas vendrán a por ella. Si sospechas que tu bici ha podido ser víctima de la AFAC puedes llamar por teléfono y reclamarla previo pago de una pequeña multa de 10 euros o bien te la pueden llevar a casa y pagas 20 euros. Si pasa un año y no has reclamado tu bici, ésta será vendida. El caso es que se ha quedado sin bici, otra vez,  así que yo dije que podíamos pasarnos por el super de al lado de casa donde hay un tablón de anuncios en el que se ofertan desde sillones hasta batidoras pasando por colecciones de DVDs y álbumes panini... Bueno, el caso es que llegamos al súper y rescatamos un anuncio de un tal Sr. V que tenía una bici de señorita en venta. Llamamos al Sr. V y nos dijo que podíamos pasarnos por su casa. Allá que nos fuimos. Nos recibió un señor mayor con pinta de bonachón pero que no callaba ni debajo del agua. y claro, nos contó su vida, que si él había sido carnicero toda su vida pero que ahora estaba jubilado y como hobby se dedicaba a reparar bicis usadas. Nos dirigió a su lugar de trabajo que no era otro que la antigua sala de matanzas. Y allí había por lo menos 40 bicis, bicis de todos los colores y tamaños para todo tipo de público. Mi amiga se quedó con una bici amarilla bastante chula por 50 euros y yo le eché el ojo a una bici de paseo con marchas y cestita anatómica (para llevar a Sara), así que el próximo viernes me voy a llevar al tuli (que es el que entiende de bicis) a la "carnicicletería" para ver si vale la pena... Pues eso, que ya lo sabéis, si necesitáis una bici y pasáis por mi pueblo no os olvidéis de visitar la antigua carnicería de Enkhuizen ;)

Corazón latino atulipanao

Aquí tenemos al que puede desbancar a nuestra querida Rafaella. Si Giorgio Aressu hubiera descubierto a esas "peassso' de bailarinas no las hubiera dejado escapar para una de sus grandes coreografías... que talento desperdiciado.
Impresionante la profundidad de la letra... Venga, os dejo que disfrutéis. Me pregunto que opinará Bisbal de esta versión tuli.

domingo, 20 de marzo de 2011

Descubriendo



Tres meses viviendo en el pueblo y yo sin enterarme de que ... tenemos playa!!!! Sí, señor. Una playa de verdad, con arena y todo y a tan sólo 10 minutos en bici. Voy a ser la envidia de todas mis amigas cosmopolitas ;) Ayer salió el sol, un sol de chichinabo (ese que no calienta un pimiento) pero sol al fin y al cabo. Como el día era tan bonito, decidimos irnos el tuli, mi barriga y yo de ruta ciclista por nuestro pueblo-ciudad. Lo primero que descubrimos fue la playa, menudo hallazgo. El segundo descubrimiento fue un Recreatiebad o piscina recreativa (en cristiano) donde niños y mayores chapoteaban alegremente... Mamen, mete el bikini en la maleta (y el bañador de Héctor) que la semana que viene nos vamos de SPA con los lugareños, bueno, yo a ver si  no me hundo porque a este paso mi barriga hace de ancla....
Además nos sorprendió el darnos cuenta de que muchos de nuestros vecinos venden sus productos hortelanos: patatas, cebollas, coles, manzanas, peras... en la puerta de su casa. Los dejan allí en bolsitas y con el precio puesto y tú sólo tienes que poner en un buzón la cantidad requerida. Ahí se nota que esto es un pueblo. En Amsterdam ya te habrían robado todos los productos...Me llevé tres kilos de patatas campesinas y un kilo y medio de cebollas por 3 euros. Ya se dónde voy a hacer la compra a partir de ahora...
De vuelta a casa nos encontramos con la vecina del 10 que "casualmente" había oído que tengo la intención de abrir una academia de español (minipunto para la vecina del órgano y su amiga Lydia) y se apuntó para ser mi primera alumna en septiembre. Por supuesto - me dijo-  se lo va a contar a su amiga Pepi (Inneke en su versión tulipana) que seguro que se apunta... nada, así da gusto empezar un negocio :)

domingo, 13 de marzo de 2011

La vecina del órgano

Viernes por la tarde. Llaman a la puerta. Abro. Hay una señora con un botecito de esos de recaudar dinero para una buena causa...en este caso para los enfermos de reuma. Es la vecina del número 27, no tengo escapatoria. Hay que apoquinar. Le digo que pase, que voy a buscar el monedero. La señora pasa. Yo apoquino. La señora mira y remira el salón y dice:
- "El otro día me fijé en que tenéis unas sillas antiguas en el comedor"
La señora no se da cuenta pero se acaba de delatar. Osea, que estuvo fisgoneando por las ventanas.
- Yo: "ah, sí. Son de una kringloopwinkel", le suelto.
- Señora: Pues es que estaba pensando que tengo un órgano en casa que quedaría genial en el comedor con esas sillas tan bonitas.
-Yo: ¿un órgano musical? (para descartar que se trate de un cuadro de un corazón, riñon o pulmón)
- Señora: (me mira con cara de ... puesclarotíaqueotracosavaaser...)"Sí, es un órgano muy antiguo y es que mi casa es muy pequeña y claro, no tengo espacio y en la kringloopwinkel  no lo quieren y yo no lo quiero tirar...
Que el órgano no lo quieran en la kringloopwinkel me hace sospechar que el instrumento es más feo que el Fary comiendo un limón, pues para que lo rechacen en la casa de diógenes...
Le digo que si eso me paso más tarde por su casa para verlo y me dice que vale.
Al día siguiente arrastro al tuli hasta la casa de la vecina, más que para ver el órgano (que ya sé que no me va a gustar) porque le dije a la vecina que me pasaría y no es plan de estar haciendo feos nada más mudarnos.
La vecina nos abre y encantada nos hace pasar al saloncito donde está su amiga Lydia, una septuagenaria que se está tomando un té. Nos ofrece una taza de té y nos sentamos los cuatro en torno a la mesita, todo muy tuli. Después de un ratito desgranando los pormenores vecinales (osease, cotilleo puro en el que yo aprovecho para decir que tengo la intención de empezar una escuela de español para adultos en septiembre, a sabiendas de que las dos lo van a largar en cuanto tengan la ocasión) nos lleva a ver el órgano, pedazo de armatoste. Yo lo veo y ya se que no me gusta, el tuli disimula y suelta un "ah, leuk" poco convencido (se le da fatal mentir al pobre) y empezamos a decir que qué pena, que es que es muy grande, que tenemos la casa ya llena y la mujer insistiendo: "pero en el comedor tenéis aún un espacio al lado de la estantería"... (joé, pues si que ha fisgoneado bien)
Le decimos que lo vamos a pensar pero que casi seguro va a ser que no y nos mira con cara de "cagüen, no me voy a deshacer nunca de él..."
Bueno, pues ya hemos conocido a la vecina del órgano. La semana pasada conocimos a la del papagayo, la vecina del 12, que tiene la casa como si fuera un jardín ornitológico. Estoy deseando conocer a los demás ;)

martes, 8 de marzo de 2011

Ese pájaro infernal

De todos los pájaros no hay cosa que más asco me de que la denominada rata del aire, es decir la paloma. Déjate tú de símbolo de la paz, la ramita de olivo y esas memeces. Son feas, sucias y en Amsterdam están por todos lados. Siempre hay que sortearlas cuando vas en bici y las tías no se quitan de en medio, allí se quedan tan panchas esperando a que tú frenes o des un manillarazo para no atropellarlas.
Desde que vivo en el pueblo tengo dos bicis. Una que le compré a una granjera por 60 euros y que uso en Ekhuizen y mi omafiets que la tengo en la estación Central de Amsterdam para desplazarme cuando voy a trabajar. Ayer salí de la estación central y fui a buscar mi bici ubicada al lado de un canal. Craso error. Cuando llegué, mi bici estaba literalmente cagada de excremento palomino. Pero cagada, cagada: sillín, manillar, ruedas, candado...eché un vistazo alrededor y de todas las bicis, la mía era la más cagada y con diferencia. Y encima el excremento estaba completamente solidificado y bien incrustado, con lo que la limpieza posterior me va a resultar dura...Me fui directamente al Albert Heijn de Nieuwmarkt y compré unos guantes de plástico y unas toallitas húmedas de limpieza, ni con esas. Al final tuve que poner dos bolsas de plástico en el sillín y sin quitarme los guantes conducir hasta el trabajo con todo el glamour que eso conlleva, claro. Por el camino iba sorteando a mis agresoras deseando con toda mi alma que se convirtieran pronto en una especie en extinción. Ahora he dejado la bici lo más lejos posible de un canal, a ver cómo me la encuentro esta tarde...

miércoles, 2 de marzo de 2011

Rafaella forever

Una nota de color para un día gris como hoy (el decimoquinto consecutivo...)
Quizás se lo envío a la comadrona para que vea cómo se las gastan los del sur...aunque qué queréis que os diga, me da a mi que los bailarines podrían ser tulipanes, por las pintas y sobretodo por los pantalones :)
Hay que verlo hasta el final porque no tiene desperdicio... espectacular la coreografía.