viernes, 11 de septiembre de 2009

El veranillo de San Martín

¿...o es el de San Miguel? No sé, el caso es que ha llegado también a la planicie. Increíble pero cierto. Justo cuando yo ya había guardado todas las camisetas de tirantes y vestidos (que me habré puesto aquí en Holanda tres veces contadas, dicho sea de paso) Da igual, alegría pa'l cuerpo y recarga de vitamina D, que aquí nos hace falta. Aprovechando el buen tiempo y dado que el tuli y yo queremos mudarnos cuanto antes y lo más lejos posible de los Tokkies, decidimos ir hace un par de días a ver unas casas en Assendelft. Assendelft es un pueblo que está al noroeste de Amsterdam, en realidad el pueblo en sí mismo es una calle larguísima (de unos 7 km) y con un paisaje de polderes muy chulo: se observa a la perfección que el suelo está más alto y más seco que en el resto de la zona. Pero para de contar. Ni un bar abierto y cuatro gatos por LA calle... Decidimos ir hasta Assendelft en bici porque, según el tuli, estaba cerca y así podríamos ver lo que tardábamos desde Amsterdam al pueblo, en caso de que decidieramos mudarnos a esa zona. Lo de cerca es relativo y más si viene del tuli. 18 kilómetros de ida y 18 de vuelta que nos metimos entre pecho y espalda, eso sin contar el desvío que hicimos de unos 4 km porque el tuli "se despistó"(ahora se le llama así a perderse...) Si tienes el viento a tu favor, es un paseo pero como tengas el viento de cara, ya puede hacer buen tiempo, que te acuerdas de la estirpe de San Miguel, San Martin o San Tulipan... Adivinad. Pue sí, viento de cara, que listos sois... Yo ya me estaba imaginando haciendo el equivalente camino de Santiago en bici en invierno con su lluvia, su frío, su nieve... Eso y que el pueblo no es la alegría de la huerta, que digamos, fueron determinantes para descartarlo como posible futura residencia... La semana que viene toca Alkmaar. Tengo buenas vibraciones!

2 comentarios:

romeovive dijo...

nosotros por aquí hacemos lo mismo... pero sin bici. Con parada para repostar (cañita va, cañita viene) cada 20 minutos. Y sin terner quebir a un coñazo de museo. Y con sol.

Retiro la primera frase.

Nuria dijo...

Bueno claro, es que hay algunos que se han comprado un avión, ah perdón un coche y claro, ríete tú de la bici...