miércoles, 17 de febrero de 2010

Mr. and Mrs. Shrek

Os presento a la niña de Shrek y al Ogro feliz. Mis progenitores. Me ha costado unos cuantos días (y otros tantos de darle el coñasso al tuli con la pregunta de "quien será la niña de Shrek??) pero gracias a mis dotes detectivescas de Sherlock Holmes (sé de una que se estará riendo...) he descubierto quién se escondía detrás del nick. Ay Romeo, me parece que has perdido unos cuantos puntos con tus comentarios. Genial, porque así el tuli te va a aventajar en el ranking de yerno ideal ;)
Es verdad que la niña de Shrek me dijo que por estos lares hacía mucho frío, también que es verdad que llevamos casi toda la vida juntas y que es mucho más que una amiga... pero mamá, lo de la casita en el bosque fue lo que más me despistó, eso y descubrir que mi padre es un ogro verde ;). Está claro que "internete" ha revolucionado a mis padres! La idea de escribir este blog surgió en gran parte por ellos, porque quería que vieran cómo, dónde y con qué lugareños vivía, para que no se preocuparan demasiado y siguieran todas mis aventuras en Tulilandia y para crear un vínculo extra con ellos y por supuesto con el resto de familia y amigos. Está claro que ha funcionado y que se han integrado perfectamente a las nuevas tecnologías. Pues nada papis, que os he pillado! Me encanta esta foto porque fue la primera vez que mis padres me visitaron en Holanda y me consta que se lo pasaron pipa. Un besote enorme para mis dos ogros verdes favoritos. Firmado: La niña de la niña de Shrek.

martes, 16 de febrero de 2010

Enfermos

A tres días de las krokusvakantie el tuli y yo hemos amanecido catatónicos, yo con dolor de cabeza, garganta y cuello y Job con dolor muscular y de estómago, vamos todo un cuadro Picasso. No sé que es peor, si estar enferma o que lo esté el tuli... porque no se qué tienen los hombres con eso pero se ponen de un quejica... Yo al menos me he levantado para comer algo y no desfallecer, el tuli sigue una dieta estricta a base de líquidos. Para amenizar el día, no ha parado de nevar en toda la mañana, es por lo único por lo que me alegro de tener que quedarme en casa. Nos hemos tragado un bodrio en toda regla: Daybreakers, una de vampiros donde se ven muchos baños de sangre y cuyo argumento raya en lo patético, pero en fín, es una de esas peliculas que te puedes tragar tranquilamente estando enfermo. Me recuerdan a aquellas pelis de serie B (que en realidad eran C o D) que nos tragábamos en General Yague cuando ya habíamos decidido que nos íbamos a saltar las clases...pues nada, que a guardar camita, que en tres días me tengo que ir a Mallorca y eso es sagrado!

lunes, 15 de febrero de 2010

Room Eleven

Esto me lo recomendó Renate. Leuk ;))

domingo, 14 de febrero de 2010

Funerales

El viernes fuimos al entierro y al funeral de opa. En Holanda esto se hace todo junto. Cuando el tuli me dijo que el cuerpo de opa iba a permanecer hasta el viernes en su casa, yo no podía dar crédito. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo antes de preguntar lo siguiente: "¿y tu abuela, va a dormir en la casa también? "Pues claro", me contestó el tuli tan pancho. Después me explicó que para conservar el cuerpo ponían una especie de placa de hielo. A mi me daba igual lo que pusieran, el hecho de dormir con un cuerpo sin vida en el mismo lugar me ponía los pelos de punta. No entendí hasta más tarde que la vida y la muerte van juntas de la mano. Y si la muerte es la de un ser querido, aún más. Digo hasta más tarde porque cuando llegué a casa de la abuela, el ataud de opa estaba allí en el salón y todos los hijos, nietos, hermanos, familia estaban tomando un té y unas galletas en el salón junto al abuelo. Yo no sabía muy bien que hacer así que me tomé un café y me senté un poco más alejada pero enseguida me hicieron sitio en el sillón de la sala de estar. Hablábamos, recordábamos y reíamos dentro de ese ambiente triste que reinaba en la sala y todo resultaba de lo más normal por raro que parezca. Estuvimos una hora allí. Seguidamente nos dirigimos a la iglesia. Era una iglesia antigua y preciosa. Todos los nietos portaban el ataud de opa y lo colocaron en el altar. Durante la ceremonia salieron varios hijos a decir unas palabras sobre su padre, recuerdos, momentos vividos. Y ya sabéis el gusto de los holandeses por los discursos. Tambien hubo poesías y una de las nietas cantó una canción. A mí se me saltaron las lágrimas. Todo fue muy emotivo y muy íntimo. Tras la ceremonia repicaron las campanas en todo el pueblo como se hacía antiguamente y nos fuimos al cementerio, ubicado en las afueras del pueblo, en medio de un campo con molinos y canales. Hacía un frío polar y no se oía ni un suspiro. Uno a uno, todos los hijos y nietos fuimos lanzando una rosa a la fosa, despidiéndonos de él por última vez. Realmente fue un día precioso, un día de emociones, un día en el que la vida y la muerte están demasiado presentes. Me acordé de mis abuelos y me acordé mucho de mi Mery. Fue, en definitiva, una de las despedidas más bonitas y personales que he vivido nunca.

Jacobus

Jacobus era el nombre del abuelo del tuli pero todo el mundo le llamaba Koos. Nosotros le llamábamos opa van de schapen (abuelo de las ovejas) porque la mayor parte de su vida la pasó en Drenthe en una granja como la que algún día nos gustaría tener al tuli y a mí. Yo conocí a opa hace ahora 14 años. Recuerdo que era diciembre y que hacía mucho frío (que novedad). Era justo antes de Navidad y opa quería hacer un regalito a sus nietos. Sacó un sobrecito para cada uno con algunos florines dentro. Para sorpresa mía también había uno para mí, opa se acercó, me dió un abrazo y me dijo: "Uno para cada nieto". Ese detalle no se me olvidará nunca, no por el regalo sino por el hecho de llamarme nieta. Así era el abuelo de las ovejas. Once años después regresé a Holanda, ya sabéis, ese destino naranja... y volví a ver a opa, que se acordaba perfectamente de mí. Las veces que lo volví a ver me recibió siempre con un abrazo. Yo al principio siempre le daba la mano porque no sabía muy bien como funcionaba "el tema saludo-cultural" pero el estiraba siempre mi brazo y me obligaba a pegarle un abrazo de oso. Siempre fue muy cariñoso conmigo. Recuerdo que sabía perfectamente donde estaban todas y cada una de las islas Baleares, le encantaba la geografía. Tenía una lupa porque veía muy mal y siempre estaba inclinado sobre el periódico con su camisa mal abotonada. Su lucidez mental era espectacular, se acordaba de todo y de todos y así lo hizo hasta el lunes, en el que su cuerpo dijo basta. Tenía cáncer y aunque sabía que le quedaba muy poco tiempo quería seguir viviendo muchos años más. Tuvo una vida larga y feliz. Buen viaje opa, espero que haya ovejas allá donde estés. Te vamos a echar de menos.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Un miércoles cualquiera

Suena el despertador, lo pongo en función "snooze" (5 minutos más) tres veces seguidas... El tuli me dice "vas a llegar tarde otra vez." Cuanta razón tiene, ya llego tarde. Pego un salto de la cama y observo con desolación el manto blanco que cubre las calles. Que poético. Es por no decir "me toca las narices la puñetera nieve de los...." Otra vez voy a tener que ir con la botellita de agua caliente a descongelar el candado. Salgo escopeteada. Me duele todo el cuerpo (recuerdo del Body Combat). Mientras pedaleo miro el reloj de la torre: "mierda, llego tarde". Cuando vuelvo a fijar la vista en el camino ya es demasiado tarde, me empotro contra un bolardo y me caigo de la bici. Un par de turistas madrugadores me saca una foto. No me he hecho daño, eso o es que tengo tantas agujetas que ya no siento nada. Sigo mi camino. Por supuesto llego tarde y casi sin aliento al trabajo con unos mofletes que ni la Heidi. Pasan 5 minutos de las 9. Llego a la clase, voy a sacar los libros... se me han olvidado en casa junto con las fotocopias que tenía que dar hoy. Que viva la improvisación. Durante la pausa me muero de hambre. Decido ir a comprar un bocadillo. "No quedan"- me dice el conserje. Me alejo lentamente cual gato vapuleado. Esa debe ser la imagen que le debo dar al conserje porque segundos después se me acerca el buen hombre, abre su sandwichera y me ofrece la mitad de su "boterham". Casi se me saltan las lágrimas. Mientras lo devoro ávidamente decido que le voy a traer algo de Mallorca. A las 14:00 termino las clases de improvisación y me enfundo cual esquimal. Hay ventisca. Casi no tengo cuello de lo encogida que voy. El viento, de cara, por supuesto. Llego a casa rollo cartón (congelada). Lo malo es que aún no ha acabado el día. Dentro de una hora me tengo que ir a la escuela de idiomas para volver a las 22:00 de la noche. Para que luego digan que los profes nos tocamos las bolings... Yo sólo quiero que acabe este día ya!!!

domingo, 7 de febrero de 2010

Body Combat

No se todavía cómo pero mi amiga Renate me convenció para probar una clase de Body Combat. Y yo, aún siendo consciente de mis dotes de bailarina, dije que sí. Pues bien, hoy fue el día D. Al tuli también le liaron para probar una clase de spinning así que esta mañana allá que nos fuimos, al gimnasio a quemar calorías. Y es que resulta que el domingo es el día en que los gimnasios se llenan. Aquí eso del descanso dominical no se estila... Por curiosidad, horas antes de iniciarme en el combate marcial, me dediqué a visionarlo vía Youtube... y enseguida supe que haría el ridículo. Me puse a imitar una serie de patadas al aire y al tuli le entró tal ataque de risa que dijo que el pagaría lo que fuera por grabar MI clase. Lo que hay que oir, de verdad... Al llegar al gimnasio nos esperaba Renate en la puerta. La verdad es que el sitio era una chulada, muy bonito y muy chic. Daba gusto estar allí, de hecho hasta olía bien en todo el recinto, no como en esos gimnasios donde nada más entrar por la puerta ya huele a humanidad concentrada. Además también había una guardería para que los padres puedan dejar a los peques mientras hacen ejercicio. Estos holandeses sí que saben. Cuando llegamos a la clase vi para mi horror que había una cristalera por dónde la gente podía verte (momento de panicus). Comienza la clase: aparece un tipo 4x4 rollo Rambo, con un pañuelo de guerra en la cabeza y más músculos que Hulk Hogan pero bastante guapetón, eso sí. Le decimos que es mi primera vez. Super majete me dice que me lo tome con calma y que simplemente me divierta. Suena la música y yo ya me he perdido. Veo movimientos de puños fuera y patadas laterales (fiu-fiu) que me cuesta la vida seguir. Mientras la gente domina la técnica yo parezco Ruiz Mateos en su momentazo "que te pego leche", pero no desisto. Al final le voy cogiendo el tranquillo y hasta me lo empiezo a pasar pipa yo misma conmigo misma y mis pataditas. Cuando acaba la clase me doy cuenta de que me lo he pasado bien y me ha gustado. Vamos a buscar a los hombres y Job aparece con la camiseta hecha agua y la cara como un tomate...pooooobre! No, si al final tendríamos que haber grabado SU clase...