
- ir al trabajo aunque se tarde una hora en llegar hasta allí, llueva, truene o nieve... y sin chorradas adicionales por favor...eso de ponerse un poncho para la lluvia, llevar un paraguas o embutirse en un chubasquero no va con él (yo discrepo, por supuesto)
- hacer mudanzas: la bici es ideal para transportar sacos de cemento (doy fe), baldosas, baldas de parket, botes de pintura y todo tipo de rarezas que uno se pueda imaginar... sólo hace falta hacer malabarismos, mantener el equilibrio...y tener mucha paciencia en Praxis.
- Combatir la resaca: ¿qué te has pasado con las Duvels? No pasa nada, tú tranquilo. Sal del bar de turno y monta en tu remedio celestial. De la velocidad a la que vayas dependerá el resultado. El viento gélido hará el resto y llegarás a casa más fresco que una lechuga. Ojo, hay que tener reflejos porque si no, te puede pasar que te caigas con la bici parada en medio del Vondelpark (también doy fe)
- Mantenerse en forma: déjate de gimnasios con olor a humanidad y cabalga en tu bici todo el santo día. Eso sí, a un ritmo adecuado y a ser posible con el viento de cara para tener mayor resistencia. No olvidemos que esto es la planicie y las montanas son esas grandes desconocidas.
- Y por último, según el tuli: ¿hay algo más romántico que llevar a tu chica en la parte de atrás, rollo infanta? A mí se me ocurren un montón de cosas: entre ellas, la de no lastimar tu trasero con la de tumbos que da la bici con todos los boquetes de la calzada...
Lo mejor: escuchar la narración de los hechos y sobretodo la conclusión a la que llega: Si un tío que lleva una bici de profesional es adelantado por alguien como él que lleva una bici de paseo y que además no tiene la "ropita adecuada" y "el casquito veloz", ese tío es un patético ser y una vergüenza para la bici. Amén