
Este sábado fuimos a una boda tulipana, en realidad debería decir que fuimos a la BODA, porque madre mía, que despliegue...
Primero habíamos recibido una invitación con una cartita dentro donde se nos decía cómo teníamos que ir vestidos: "in black tie", así rezaba la invitación... y le digo yo al tuli "¿
y eso que es lo que es?", sabiendo perfectamente la respuesta que iba a venir: "Que tenemos que ir hechos unos pincelitos". Pues bien,
de esta guisa nos fuimos hasta Tilburg, allá donde se perdió Tarzan y el viento dio la vuelta. De repente y gracias al tom-tom (después de perdernos un par de veces...tiene delito perderse uno con un tom-tom) nos topamos con
El Castillo Maurik, lugar de celebración del enlace,
"peazo" castillo, tanto que yo pensé: "Me va a salir la reina Beatrix en cualquier momento". Nada más bajarnos del coche me percato (para mi gran horror y desazón) que al depilarme, me he dejado cuatro pelos horrorosos, que se VEN a 20 metros. Momento de pavor. El tuli me dice que no sea exagerada y haga el favor de andar bien, que parezco Quasimodo intentando disimular con mis andares el pequeno vergel olvidado... Suspiro y le hago caso. Nos adentramos en el castillo y nos mezclamos entre los glamourosos invitados. Lo de glamourosos es un decir porque toda la etiqueta que tu quieras pero los holandeses no se caracterizan por su gran gusto en el vestir... para muestra,
un botón. En fin, luego me enteré de que la boda era temática y que había que venir con algo relacionado con el
hockey... si, yo tampoco lo entiendo.
Después de la ceremonia civil fuimos a la recepción, dícese del espacio post-ceremonia que incluye brindis, unos aperitivos y las felicitaciones a los novios. Después y para mi sorpresa, me entero de que no estamos invitados a la cena pero sí a la fiesta nocturna con lo que nos tenemos que ir tres horas a cenar a alguna parte y luego volver. Esto me parece cutre, no, lo siguiente... pero como no nos queda otra, nos vamos al pueblo mas cercano ( a 5 km) a matar el tiempo. Me informan de que esto es muy normal en Holanda, yo a día de hoy sigo sin entenderlo. Mira, que nos inviten o por la mañana o por la noche, pero esto de ahora te vas y luego vuelves... me parece horroroso, por decir algo.
Para concluir, que me enrollo mas que los sushis...
Puntos a favor: la
banda de la fiesta. Sencillamente, me encantó. Y el castillo, tengo que reconocer que se curraron el sitio. Una pasada.
Puntos en contra: el ferrari con el que aparecieron los novios y las tres horas de parón.