
Ayer me fui de cena con mis alumnos (con los de la academia, tranquilos, que son todos mayores de edad :) y bueno, pues lo típico, que si un vinito por aquí, que si un mojito por allá... y claro, pasa lo que pasa, que una se lo pasa pipa pero al día siguiente ni el Iscomar puede con ella. A ver, y tampoco es que bebiera mucho, pero claro, acostumbrada a mis horarios honoratos y a mi escasa agenda social nocturna, pues nada, eso, que se nota la falta de práctica. Eso, o que estoy mayor... Para más inri, cuando nos retiramos cada mochuelo a su olivo (a eso de la 1:30, sí sí, reiros pero es que aquí se sale pronto y se vuelve pronto también, no es que seamos un grupo de jubilados...) me dirigí a mi bici, y oh! nada más subirme, se rompe la cadena... @:"!!#~X!... Me tuve que ir caminando y con la bici a rastras hasta casa. Tardé una
media hora larga y por el camino me iba encontrando a la creme de la creme de la ciudad...vaya paseíto. Esta mañana he llevado la bici al fietsenmaker que ya me recibe con los brazos abiertos, claro no me extraña, debo ser su mejor cliente... En fín, que me voy a por la botella de mi vida, es decir, la de agua :)