lunes, 1 de septiembre de 2008

Amsterdamse Bos

Ayer domingo hizo un dia radiante, de esos de principio de verano en los que el sol aprieta pero sin ser agobiante. Es increíble lo que un día así en estas tierras puede influir en el estado de ánimo. La gente se echa a la calle, el canal se llena de barcos cuyos dueños aprovechan para hacer un dia de picnic, los parques se convierten en improvisadas playas por un día y reciben la llegada en masa de personas deseosas de aprovechar hasta el útimo rayo de sol, las terrazas se ven abarrotadas y hasta alguno que otro se atreve a darse un chapuzón en las aguas turbias de algun canal (el tuli dice que estan limpias...no se yo.) En fin, que se respira un ambiente de esos de exaltación de la amistad y mientras vas en la bici sonries a la gente y la gente te sonrie a ti, idílico vamos. Lo que está claro es que en un dia como ese está absolutamente prohibido quedarse en casa. El tuli y yo nos despertamos a la hora acostumbrada , 7 de la mañana... lo se, somos unos honoratos! Nos vemos una peli con un cafetito y sobre las 10:00 nos vamos a casa de mis suegros a desayunar...Que desayuno! Croissants, panecillos con mantequilla y mermelada, quesos de todo tipo, zumo de naranja, etc...mmm todo riquísimo, adiós dieta semanal! Después decidimos irnos a dar una vueltita con la bici: 4 horas... al final una ya no siente su culito en el sillín. Decidimos ir al Amsterdamse Bos porque yo aun no había estado. Nada más llegar decido que me encanta ese parque y que ojalá estuviera más cerca de casa. Una cosa que me encanta de los holandeses es el sentido de la protección con el medio ambiente. Son conscientes de la importancia de poseer lugares así y se involucran mucho en su cuidado y supervivencia, simplemente aman, respetan y valoran la naturaleza...tal como debe ser. Total, (que si no me pongo demasiado profunda y empiezo a disertar) que nos ponemos en marcha y nos adentramos en el bosque hasta que nos topamos con esto. Es una granja de cabras donde también se encuentran otros animales: gallinas, cerdos, caballos pero el animal estrella es la cabra. Los niños se lo pasan bomba y nosotros también...Nos venden unos biberones de leche para alimentar a las cabras y así lo hacemos pero las cabras tardan aproximadamente 10 segundos en acabarse el biberón...así que seguimos nuestra incursión en la granja hasta que cansados nos sentamos debajo de unos árboles a comernos una merecida appeltaart, que rica por Dios... desde que llegué a la planície me he convertido en fan de tan suculento manjar, así me va con la dieta...Seguimos la ruta y llegamos a otra granja, la de los pannekoeken, riquísimos y después decidimos dar por terminada la excursión y nos vamos al molino donde nos esperan unos amigos para terminar el día con unas merecidas cervecitas. Con días así sí que da gusto!

5 comentarios:

Nuria dijo...

Koni Koni Koni, te llamaré pronto para que me cuentes tus experiencias en el lejano Oeste...Tengo ganas de verte chinita!!!

romeovive dijo...

diles a los jolandios que las cabras son para comer. no son mascotas.

Y están mas ricas las lechales.

ainaina dijo...

Nuria, esta mal que yo lo diga pero hago un pastel muy parecido al appletaart...buenísimo!
Romeovive...eres un insensible!

Nuria dijo...

Señora, ya me estas mandando la receta! Cuando vienes a conocer a las cabras que Romeo se quiere comer? A Romeo solo le sale la sensibilidad cuando va a sus clases de Aikido...ay no, que ya no va, confirmada la insensibilidad de Romeo.

romeovive dijo...

receta de cabrito lechal al horno:

coger un cabrito lechal y partirle el espinazo. Al horno con él y al cambo de una horita más o menos se saca y se procede a zamparlo.

Pero qué insensibles que somos los carnívoros... pero nunca aburridos.