El domingo cayó en Holanda lo que no había caido en muchos años y todo, todo se cubrió de blanco. El domingo nos despertamos con Siberia frente a nuestros ojos y como niños con zapatos nuevos nos fuimos al Vondel con una sóla idea: la de matarnos a bolazos de nieve... El Vondelpark era una estampa. Gente por todos lados haciendo muñecos de nieve, arrastrando trineos, librando batallas campales... Nos hizo falta poco para contagiarnos del espíritu de las nieves y disfrutar del día como enanos. Hay que ver lo poco que se necesita para ver gente sonriendo por todos lados.Después del parque nos dedicamos a recorrer los canales con las bicis con los consiguientes patinazos y alguna caida de culo que otra. En una peligrosa operación de espionaje nos agazapamos y esperamos a que pasara algún barco. En el momento oportuno nos liamos a bolazos con el barco. Los pobres turistas se pegaron más de un susto al ver chocar las bolas de nieve contra los cristales. Hasta la gente que pasaba se agachaba con nosotros y participaba de la batalla. Fue genial. Ayer quedó inaugurado el principio de mis vacaciones. Mañana me voy a Palma y dejo al tuli guardando la nieve...con la promesa, eso sí, de traerle un buen jamón! Feliz Navidad a todos!!








































